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Cómo evitar daños en cerraduras durante la temporada de invierno

Durante el invierno, las bajas temperaturas, la humedad y la condensación pueden convertirse en los peores enemigos de tus cerraduras.
Los mecanismos metálicos tienden a contraerse, oxidarse o congelarse, provocando atascos, rotura de llaves o fallos de funcionamiento.

Aunque estos problemas son comunes, la buena noticia es que pueden evitarse fácilmente con un mantenimiento adecuado y productos específicos.
Con unos minutos de prevención antes de la llegada del frío, podrás prolongar la vida útil de tus cerraduras y evitar reparaciones costosas.


El invierno y el desgaste invisible

Cuando las temperaturas bajan, los metales se contraen y las partículas de agua o polvo que hay dentro del mecanismo pueden formar hielo o corrosión.
Este fenómeno afecta especialmente a las cerraduras exteriores (puertas, garajes, buzones, portales) que están expuestas a la lluvia o al viento helado.

Dato técnico: la humedad combinada con el frío puede generar microsoldaduras internas en los pasadores metálicos, impidiendo el giro de la llave incluso sin que haya hielo visible.


Importancia del mantenimiento preventivo

La mayoría de los daños que sufren las cerraduras en invierno son totalmente evitables.
Aplicar lubricantes adecuados, revisar la alineación de la llave y proteger el cilindro de la intemperie son medidas sencillas que garantizan su correcto funcionamiento durante toda la temporada.

Además, una cerradura bien cuidada no solo evita bloqueos, sino que refuerza la seguridad del hogar, ya que los sistemas dañados o con humedad pueden fallar ante intentos de intrusión.


Objetivo de esta guía

En las próximas secciones descubrirás cómo preparar tus cerraduras para el invierno con pasos prácticos y consejos profesionales.
Te explicaremos:

  • Las causas principales de daño por frío y humedad.
  • Qué productos utilizar (y cuáles evitar).
  • Cómo descongelar una cerradura atascada sin romperla.
  • Y cómo mantener la seguridad de tu hogar incluso en las semanas más frías.

Consejo rápido: un mantenimiento preventivo cada otoño reduce en más del 70 % las averías relacionadas con el frío, según datos de asociaciones de cerrajería profesional.


Avance del contenido

En esta guía aprenderás:

  • 🔎 Por qué las cerraduras se dañan en invierno.
  • 🧰 Medidas preventivas antes de la llegada del frío.
  • 🧊 Qué hacer si una cerradura se congela o se atasca.
  • 🏡 Cómo preparar tu hogar para el invierno.
  • 🧑‍🔧 Consejos de cerrajeros profesionales.
  • 📥 Recursos descargables y checklist de mantenimiento.

🔒 Recuerda: la prevención es la mejor inversión.
Unos minutos de cuidado hoy pueden evitar horas de frustración mañana.

Por qué las cerraduras se dañan en invierno

El invierno trae consigo temperaturas extremas, humedad y condensación, tres factores que afectan directamente al mecanismo interno de las cerraduras.
Aunque a simple vista parezcan elementos resistentes, los componentes metálicos de una cerradura —como el cilindro, los pasadores y el muelle interno— son especialmente sensibles a los cambios térmicos.

Entender por qué se dañan es el primer paso para prevenir bloqueos, oxidación y fallos de funcionamiento durante los meses fríos.


Factores climáticos que afectan el funcionamiento de las cerraduras

El frío extremo provoca que los metales se contraigan, reduciendo el espacio entre los componentes y dificultando el giro de la llave.
Al mismo tiempo, la humedad ambiental o el agua de lluvia pueden infiltrarse dentro del cilindro, generando congelación interna cuando las temperaturas bajan de 0 °C.

Principales causas del daño:

  1. Condensación interna: el vapor del aire se convierte en agua dentro del mecanismo.
  2. Congelación del cilindro: el agua acumulada se transforma en hielo y bloquea el movimiento.
  3. Oxidación y corrosión: el metal se deteriora por exposición constante a humedad.
  4. Acumulación de polvo o suciedad: combinada con el frío, crea una pasta que inmoviliza los pines de la cerradura.

Dato técnico: a partir de -5 °C, una mínima cantidad de agua puede generar hasta 15 % de expansión volumétrica al congelarse, suficiente para bloquear completamente un cilindro estándar.


Efectos del frío y la humedad en los metales

Las cerraduras están fabricadas principalmente con aleaciones metálicas (latón, acero, aluminio).
Estos materiales pierden elasticidad y se contraen cuando la temperatura desciende, afectando la precisión del mecanismo.

Efectos más comunes:

  • Pérdida de lubricación: los aceites convencionales se endurecen o solidifican.
  • Desgaste prematuro: los componentes internos se rozan con mayor fricción.
  • Atascos intermitentes: el movimiento del pasador se vuelve irregular.
  • Rotura de llaves: al forzar un cilindro frío y rígido.

Consejo de experto: usa lubricantes de base de silicona o grafito seco, ya que resisten bajas temperaturas sin solidificarse ni atraer humedad.


Errores comunes que agravan los daños

Muchos problemas con cerraduras en invierno se deben a malas prácticas de mantenimiento o intentos de reparación improvisados.

Errores frecuentes:

  • Aplicar agua caliente para descongelar la cerradura (provoca expansión térmica y nueva congelación).
  • Usar aceites domésticos o grasa vegetal, que se solidifican con el frío.
  • Forzar la llave cuando no gira (puede partirse dentro del cilindro).
  • Ignorar los primeros síntomas: una llave que cuesta girar es señal de humedad o suciedad interna.
  • No proteger cerraduras exteriores expuestas a lluvia o viento.

Evita improvisar: usar líquidos inflamables o calor directo puede dañar los componentes internos o deformar la carcasa metálica.


Las cerraduras se dañan en invierno principalmente por humedad, congelación y falta de mantenimiento.
El frío no solo afecta su funcionamiento, sino que acelera el desgaste mecánico y la corrosión interna.
Conocer las causas te permitirá anticiparte al problema y aplicar medidas preventivas efectivas antes de la llegada de las bajas temperaturas.

En el siguiente bloque descubrirás las medidas preventivas esenciales para proteger tus cerraduras antes del invierno, incluyendo productos recomendados y consejos de mantenimiento profesional.

Medidas preventivas antes del invierno

La mejor forma de evitar que una cerradura se bloquee o se dañe durante el invierno es anticiparse al problema.
Con un mantenimiento preventivo adecuado, podrás proteger los mecanismos internos, evitar la congelación y prolongar la vida útil de tus cerraduras sin grandes gastos.


Revisión general y limpieza de cerraduras

Antes de la llegada del frío, dedica unos minutos a limpiar y revisar todas las cerraduras de tu hogar, especialmente las exteriores (puertas de acceso, garajes, buzones, portales, trasteros).

Pasos básicos:

  1. Elimina el polvo y la suciedad de la ranura con un cepillo pequeño o aire comprimido.
  2. Aplica un lubricante de grafito o silicona directamente en el cilindro.
  3. Inserta y gira la llave varias veces para distribuir el lubricante de manera uniforme.
  4. Limpia el exceso de producto con un paño seco para evitar acumulación.
  5. Repite el proceso una o dos veces durante el invierno.

Consejo experto: evita usar productos aceitosos o en spray doméstico (como aceites multiusos genéricos). Con el frío, se espesan y atraen humedad, creando una película que puede congelarse.


Lubricantes y productos recomendados (aceites, sprays y protectores)

Elegir el lubricante adecuado es clave para mantener el interior del cilindro en buen estado.
Cada tipo de cerradura requiere un tratamiento diferente según su uso y exposición al exterior.

Tipos de lubricantes y usos:

Tipo de lubricante Ideal para Ventajas Precauciones
Grafito seco Cerraduras exteriores y de alta precisión No se congela ni atrae polvo Puede manchar si se aplica en exceso
Silicona líquida Cerraduras interiores o electrónicas Protege contra humedad y fricción Aplicar poca cantidad
Aceite PTFE (teflón) Mecanismos con mucho uso Forma una película protectora duradera No usar en zonas muy frías (< -10 °C)

Dato técnico: el grafito actúa como lubricante sólido, lo que evita que el frío o la humedad afecten el funcionamiento del cilindro.

Productos complementarios:

  • Fundas o protectores de cerraduras: ideales para cerraduras expuestas al viento o la nieve.
  • Sprays descongelantes: útiles en emergencia, pero deben usarse con moderación.
  • Selladores de juntas o burletes: ayudan a reducir la entrada de aire frío y humedad.

Protección de cerraduras exteriores: cocheras, portales y buzones

Las cerraduras exteriores son las más vulnerables al frío, ya que están directamente expuestas a la intemperie.
Una buena protección física puede evitar que el agua o el hielo entren en el mecanismo.

Medidas recomendadas:

  • Coloca una tapa o protector metálico sobre el cilindro.
  • Aplica una fina capa de silicona líquida para repeler la humedad.
  • En días de helada, cubre la cerradura con cinta adhesiva o plástico protector temporalmente.
  • Si tu puerta está orientada al norte o al viento, instala un resguardo o visera sobre la cerradura.
  • No fuerces la llave en días de frío extremo: espera unos minutos y calienta suavemente la llave antes de usarla.

Truco profesional: guarda una pequeña ampolla de lubricante seco en el coche o bolso. Es útil para emergencias cuando una cerradura se congela o se endurece.


Mantenimiento periódico recomendado

Para mantener tus cerraduras en condiciones óptimas durante todo el año:

  • Lubrica cada 6 meses (antes del invierno y al finalizar la primavera).
  • Evita el uso excesivo de lubricante: una pequeña cantidad es suficiente.
  • No introduzcas líquidos desconocidos ni productos domésticos.
  • Limpia las llaves regularmente, ya que pueden introducir suciedad o humedad al interior del cilindro.
  • Revisa el alineado de la cerradura con el marco de la puerta: una mala alineación aumenta la fricción y el desgaste.

Consejo adicional: marca en tu calendario una fecha fija para el “mantenimiento de invierno” del hogar. Incluir cerraduras, ventanas, calefacción y detectores de humo en la misma revisión anual es una práctica de seguridad integral.


Las medidas preventivas son la mejor defensa contra los daños por frío.
Con una limpieza básica, lubricantes adecuados y protección frente a la intemperie, podrás evitar hasta el 90 % de los atascos o bloqueos de cerraduras durante el invierno.

En el siguiente bloque veremos qué hacer si una cerradura ya se ha congelado o atascado, y cómo descongelarla correctamente sin dañar su mecanismo interno.

Qué hacer si una cerradura se congela o atasca

Aunque tomes precauciones, las cerraduras pueden congelarse o endurecerse en días de helada intensa.
La clave está en actuar correctamente para no agravar el problema ni dañar el mecanismo.
A continuación encontrarás los métodos más seguros y efectivos para recuperar el funcionamiento de tu cerradura sin riesgo.


Métodos seguros para descongelar una cerradura

Cuando una cerradura se ha congelado, el error más común es forzar la llave o aplicar calor directo excesivo.
Ambos pueden provocar la rotura del cilindro o de la llave. En su lugar, sigue estos pasos:

Paso a paso para descongelar correctamente

  1. Calienta la llave ligeramente con un secador de pelo o colocándola en tu mano unos minutos.
    (Nunca uses fuego directo ni mechero).
  2. Introduce la llave con cuidado y muévela suavemente sin forzar.
  3. Si no gira, aplica un spray descongelante para cerraduras (base de alcohol isopropílico o etilenglicol).
  4. Espera 2–3 minutos a que el producto actúe.
  5. Vuelve a introducir la llave y gírala despacio.
  6. Una vez desbloqueada, aplica lubricante seco (grafito o silicona) para prevenir nuevos congelamientos.

Consejo experto: guarda siempre un spray descongelante en el coche o la entrada de casa durante el invierno. Es una solución inmediata y segura.


Qué productos evitar (y por qué)

Al intentar descongelar una cerradura, muchos productos domésticos pueden empeorar la situación.
Evita los siguientes:

Producto Motivo por el que NO debe usarse
Agua caliente Se enfría rápidamente y vuelve a congelarse dentro del cilindro.
Aceite vegetal o lubricantes domésticos Se solidifican con el frío y atraen suciedad.
Alcohol etílico (de farmacia) Puede corroer piezas metálicas y resecar juntas.
Spray multiusos genérico Algunos contienen aceites que se endurecen con bajas temperaturas.

Advertencia: nunca introduzcas líquidos no diseñados para cerraduras. Los residuos que dejan pueden causar corrosión irreversible.


Cómo actuar si la llave se rompe dentro de la cerradura

Si la cerradura se ha endurecido y la llave se parte, evita intentar extraerla con objetos punzantes.
Esto puede empujar el fragmento hacia el fondo y dañar el cilindro.

Soluciones prácticas:

  • Usa una pinza de punta fina si parte de la llave sobresale.
  • Si el fragmento está dentro, aplica un lubricante seco y usa un extractor de llaves (se venden en ferreterías).
  • Si no tienes experiencia, contacta con un cerrajero profesional: forzar el cilindro puede agravar el daño.

Dato de interés: el 70 % de las intervenciones de cerrajeros en invierno se deben a rotura de llaves por forzar cerraduras congeladas.


Prevención posterior al descongelado

Una vez que la cerradura vuelva a funcionar, es importante aplicar mantenimiento inmediato para evitar que el problema se repita.

Qué hacer después:

  1. Limpia la entrada del cilindro con un bastoncillo o paño seco.
  2. Aplica lubricante de grafito o silicona para sellar microgrietas.
  3. Si la cerradura está al aire libre, cúbrela con cinta o protector plástico antes de la próxima helada.
  4. Comprueba que la puerta cierre sin fricción: el frío también puede deformar marcos y bisagras.

Truco adicional: si tu cerradura se congela con frecuencia, instala una cubierta antipolvo con resorte. Evita la entrada directa de agua y polvo en el mecanismo.


Descongelar una cerradura no requiere fuerza, sino paciencia y técnica.
Evita aplicar calor directo, elige productos adecuados y nunca fuerces la llave.
Una vez liberada, lubrica y protege la cerradura para evitar que vuelva a ocurrir.

En el siguiente bloque aprenderás cómo preparar todo tu hogar para el invierno, reforzando la seguridad general y el mantenimiento de puertas, persianas y cerraduras electrónicas.

Prepara tu hogar para el invierno: mantenimiento completo de seguridad

El invierno no solo afecta a las cerraduras, sino a todo el entorno del hogar: puertas, ventanas, persianas, cerraduras electrónicas y sistemas de ventilación.
Una buena preparación invernal garantiza seguridad, confort y eficiencia energética, además de evitar daños costosos por humedad o heladas.

A continuación, te mostramos cómo reforzar la protección general de tu vivienda antes de la llegada del frío.


Puertas, persianas y cierres: puntos críticos del frío

Las puertas exteriores son el primer punto de contacto con las bajas temperaturas y la humedad.
Una puerta mal sellada o una cerradura sin mantenimiento pueden ser una entrada directa de aire frío y un riesgo de bloqueo mecánico.

Acciones recomendadas:

  1. Revisa el alineado de las puertas y ajusta las bisagras si roza al cerrar.
  2. Coloca burletes o selladores de goma para reducir filtraciones de aire.
  3. Limpia los carriles y cintas de persianas, evitando acumulación de polvo o hielo.
  4. Lubrica los mecanismos de subida y bajada con spray de silicona.
  5. Aplica un protector anticorrosión en los herrajes metálicos expuestos.

Consejo profesional: una puerta correctamente aislada puede reducir hasta un 15 % el consumo energético en calefacción y evita que el frío afecte al funcionamiento de las cerraduras.


Aislamiento y control de humedad

La humedad es uno de los mayores enemigos del invierno.
Si no se controla, puede filtrarse en los mecanismos de las cerraduras, oxidando componentes internos y afectando su funcionamiento.

Pasos para mantener tu casa seca y segura:

  • Instala deshumidificadores en zonas propensas a condensación (pasillos, trasteros, garajes).
  • Revisa los sellados de ventanas y puertas y renueva la silicona si ves grietas.
  • Evita secar ropa en interiores sin ventilación adecuada.
  • Usa absorbentes de humedad cerca de cerraduras o puertas exteriores.
  • Asegúrate de que el calor interior sea estable: los cambios bruscos de temperatura favorecen la condensación.

Dato técnico: cada 1 % de aumento en la humedad interior acelera un 2 % el proceso de oxidación en los metales de cerraduras expuestas.


Protección de cerraduras electrónicas o inteligentes

Las cerraduras electrónicas, especialmente las que funcionan con baterías, requieren atención especial durante el invierno.
El frío puede reducir la vida útil de las baterías y ralentizar la respuesta de los sensores.

Cuidados específicos:

  1. Usa baterías de litio, más resistentes a bajas temperaturas.
  2. Evita instalar cerraduras electrónicas en zonas exteriores sin resguardo.
  3. Protege el teclado o sensor con una cubierta plástica o visera anti-lluvia.
  4. Revisa el nivel de batería antes de las primeras heladas.
  5. En caso de cierre por Bluetooth o Wi-Fi, asegúrate de que el módulo de conexión no quede expuesto a la humedad.

Consejo experto: aplica una capa ligera de silicona líquida dieléctrica en los contactos de la batería. Evita la oxidación y mejora la conductividad en ambientes fríos.


Ventilación controlada: el equilibrio perfecto

Durante el invierno, tendemos a mantener el hogar completamente cerrado, pero esto puede aumentar la humedad y generar condensación que afecta a las cerraduras.
La ventilación controlada es clave para mantener un equilibrio entre calor y sequedad.

Recomendaciones:

  • Abre las ventanas 10 minutos al día para renovar el aire sin perder demasiado calor.
  • Evita bloquear rejillas o conductos de ventilación.
  • Mantén una temperatura interior estable entre 19 °C y 22 °C.
  • Usa ventiladores de techo en modo invierno (rotación inversa) para distribuir mejor el calor.

Tip adicional: si tienes un sistema de calefacción central, revisa que no haya escapes de aire caliente cerca de cerraduras o puertas exteriores. Pueden generar condensación localizada y óxido.


Preparar tu hogar para el invierno va más allá de calentar la casa: es una cuestión de mantenimiento, seguridad y prevención.
Una buena planificación te permitirá mantener cerraduras, puertas y sistemas eléctricos en perfecto estado, evitando reparaciones costosas y pérdidas de energía.

En el siguiente bloque encontrarás consejos de cerrajeros profesionales, con errores que debes evitar y recomendaciones para mantener tus cerraduras en óptimas condiciones todo el año.

Consejos de cerrajeros profesionales

El mantenimiento de cerraduras durante el invierno no requiere grandes conocimientos, pero sí constancia y cuidado técnico.
Los cerrajeros profesionales coinciden en que la mayoría de las averías invernales se deben a pequeños descuidos o malas prácticas de mantenimiento que se acumulan con el tiempo.

A continuación, te compartimos las recomendaciones más importantes de los expertos del sector para mantener tus cerraduras en perfecto estado durante todo el año.


Errores frecuentes en el mantenimiento casero

Evitar ciertos errores puede ahorrarte dinero y tiempo en reparaciones.
Estos son los fallos más comunes que los cerrajeros encuentran cada invierno:

  1. Usar lubricantes domésticos (aceites o grasas): atraen polvo y humedad, que al solidificarse causan bloqueos.
  2. Forzar la llave cuando no gira: esto puede romper el cilindro o la propia llave.
  3. Ignorar los primeros síntomas: un giro duro o irregular suele ser señal de óxido o suciedad interna.
  4. Aplicar calor directo (mechero, sopletes, agua caliente): puede deformar piezas o dañar juntas internas.
  5. No limpiar las llaves: el polvo acumulado en las ranuras se transfiere al interior del cilindro.
  6. Usar copias de llaves defectuosas: un duplicado mal hecho desgasta el interior de la cerradura.

Consejo profesional: usa siempre llaves originales o duplicados certificados. Una copia imperfecta puede alterar el alineado interno y aumentar la fricción.


Buenas prácticas recomendadas por cerrajeros

Los expertos en cerrajería recomiendan aplicar una rutina de mantenimiento dos veces al año, especialmente antes del invierno.
Estas acciones simples alargan la vida útil del sistema y evitan fallos mecánicos.

Mantenimiento básico recomendado:

  • Aplica lubricante seco (grafito o silicona) cada 4–6 meses.
  • Limpia el cilindro con aire comprimido o un cepillo fino.
  • Verifica que el cilindro esté bien alineado con la cerradura y el marco.
  • Lubrica bisagras y mecanismos de cierre de puertas.
  • Comprueba que el resbalón (pieza que se introduce en el marco) no esté desgastado.
  • Revisa los tornillos y herrajes para evitar holguras.

Dato técnico: los cilindros modernos de alta seguridad incluyen resortes de acero inoxidable y requieren menor mantenimiento, pero aún así deben lubricarse periódicamente para conservar su suavidad.


Frecuencia ideal de mantenimiento anual

La frecuencia de revisión depende del uso y exposición de cada cerradura.
Los cerrajeros recomiendan seguir esta planificación de mantenimiento estacional:

Temporada Mantenimiento recomendado Objetivo principal
Primavera Limpieza profunda y verificación de alineado Eliminar restos de humedad del invierno
Verano Lubricación ligera y revisión general Preparar el uso frecuente por ventilación
Otoño Limpieza + aplicación de lubricante seco Prevenir la entrada de humedad
Invierno Control de funcionamiento y protección Evitar congelación y bloqueos

Consejo clave: si vives en zonas de clima extremo o alta humedad, realiza una revisión adicional al inicio del invierno y guarda un kit básico (grafito, silicona y paño seco) para mantenimiento de emergencia.


Cuándo llamar a un profesional

Aunque muchas tareas pueden hacerse en casa, hay casos en los que es mejor acudir a un cerrajero certificado:

  • La llave se ha roto o atascado dentro del cilindro.
  • La cerradura presenta resistencia continua incluso tras lubricarla.
  • Se escuchan ruidos metálicos al girar la llave.
  • El mecanismo no responde en cerraduras electrónicas o motorizadas.
  • Necesitas reemplazar o actualizar el sistema de seguridad por uno más moderno.

Tip de experto: el mantenimiento preventivo realizado por un profesional puede incluir revisión del alineado, limpieza interna con disolventes y pruebas de resistencia, prolongando la vida útil de la cerradura hasta un 30 % más.


Los cerrajeros profesionales coinciden: el secreto está en la prevención.
Lubricar con el producto correcto, evitar improvisaciones y revisar periódicamente son las tres claves para mantener tus cerraduras funcionando sin problemas durante todo el invierno.

Preguntas frecuentes sobre cerraduras y mantenimiento en invierno


¿Por qué se dañan las cerraduras en invierno?

Durante el invierno, la humedad y las bajas temperaturas se filtran en el interior de la cerradura.
Cuando el agua se congela, los mecanismos metálicos se contraen y bloquean el movimiento de la llave.
Además, la falta de lubricación favorece la oxidación y el desgaste de las piezas internas.

Consejo: aplica lubricante seco (grafito o silicona) antes de las primeras heladas para prevenir bloqueos.


¿Cómo puedo descongelar una cerradura sin dañarla?

La mejor forma es hacerlo de manera gradual y sin forzar la llave:

  1. Calienta la llave con tus manos o un secador (nunca con fuego directo).
  2. Inserta la llave suavemente varias veces sin girar.
  3. Aplica un spray descongelante o lubricante específico.
  4. Espera unos minutos y prueba nuevamente.

Evita: usar agua caliente, aceites domésticos o alcohol. Pueden empeorar el problema.


¿Qué tipo de lubricante debo usar en invierno?

Los lubricantes secos son los más eficaces porque no se congelan ni atraen polvo.
Los cerrajeros recomiendan:

  • Grafito seco: ideal para exteriores y temperaturas bajo cero.
  • Silicona líquida: perfecta para cerraduras interiores o electrónicas.
  • PTFE (teflón): resistente y duradero para uso intensivo.

Tip técnico: aplica pequeñas cantidades cada 4–6 meses. El exceso de lubricante puede atraer humedad.


¿Qué hago si la llave se rompe dentro de la cerradura?

No intentes extraerla con objetos metálicos o cuchillos.
Sigue estos pasos:

  1. Usa una pinza fina o extractor de llaves si el fragmento sobresale.
  2. Aplica lubricante seco para aflojar los restos.
  3. Si la llave está completamente dentro, llama a un cerrajero profesional.

Importante: intentar forzar la cerradura puede dañar el cilindro, haciendo necesaria su sustitución.


¿Las cerraduras electrónicas también pueden congelarse?

Sí, especialmente las que están instaladas en exteriores sin resguardo.
El frío afecta el rendimiento de las baterías y sensores electrónicos.

Medidas preventivas:

  • Usa baterías de litio (resisten mejor el frío).
  • Protege el teclado o panel con una cubierta plástica.
  • Revisa el nivel de batería antes del invierno.

Truco experto: aplica una fina capa de silicona dieléctrica en los contactos eléctricos para evitar oxidación.


¿Cada cuánto tiempo debo hacer mantenimiento a mis cerraduras?

Lo ideal es hacerlo dos veces al año:

  • En otoño, para preparar la cerradura antes del frío.
  • En primavera, para limpiar residuos y humedad acumulada.

Bonus: si vives en zonas con heladas frecuentes, realiza una mini-revisión mensual aplicando lubricante seco y limpiando el cilindro.


¿Cuándo debo cambiar una cerradura en lugar de repararla?

Debes considerar el cambio si:

  • La llave gira con dificultad incluso después de lubricar.
  • El cilindro presenta óxido visible o daño estructural.
  • Se han producido forzamientos o robos anteriores.
  • La cerradura tiene más de 10 años de uso continuo.

Consejo profesional: aprovecha para instalar una cerradura antibumping o de alta seguridad, más resistente al desgaste y al frío.


Estas preguntas frecuentes recogen los problemas más comunes y sus soluciones prácticas durante la temporada de invierno.
Aplicando estos consejos, podrás prevenir bloqueos, evitar daños y prolongar la vida útil de tus cerraduras sin complicaciones.

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